Cuando hablamos de música electrónica, hacemos referencia a diferentes sonidos que hacen por medio de computadoras o mezclando en los tornamesas especiales para éste tipo de música que poco a poco ha venido tomando fuerza entre los jóvenes pero que con el pasar de los años personas de otras edades se han vinculado a éste género musical. A medida que la tecnología informática se hace más accesible y el software musical avanza, la producción musical se hace posible utilizando medios que no guardan ninguna relación con las prácticas tradicionales. Lo mismo ocurre con los conciertos, extendiéndose su práctica utilizando computadores portátiles y live coding. Se populariza el término Live PA para describir cualquier tipo de actuación en vivo de música electrónica, ya sea utilizando ordenador, sintetizador u otros dispositivos.
A finales de los 70 y durante la década de los 80, se instaura con fuerza el techno pop, o la muestra tangible de que la sombra de Kraftwerk es más que alargada. Trabajos fundamentales son los de Throbbing Gristle, Cabaret Voltaire o Chris & Cosey, pero en el enfoque posterior hacia propuestas masivas son fundamentales las aportaciones de Depeche Mode, Yazoo, The Human League, Ultravox, Soft Cell, Visage y muchos otros que se encargaron de difundir al máximo los preceptos del synth pop, en un movimiento que se haría conocido con el nombre de nuevos románticos.
No fué más que la música house la que lo inició todo. A principios de los años 80, djs de Chicago y Nueva York comenzaron a jugar con canciones de Kraftwerk, que mezclaban con viejas piezas de disco y soul para luego fundirlas con el sonido de un nuevo aparato electrónico: la batería electrónica 808 de la Roland (que encajaba perfectamente en sus sets). El sonido limpio de estos drums, combinado con las delicadas voces del soul, le dieron a las fiestas una increíble energía que bautizarían con el nombre de House, pues fue en la discoteca “The Warehouse” de Chicago donde estas sonoridades entrarían en escena por primera vez. Esta música fue evolucionando y adquiriendo ese sonido “feliz” que la caracteriza, con acordes de piano, vocales femeninas y líneas de bajo movidas. Este estilo llegó a su peak hacia finales de esa década, dándole inicio a todos los demás géneros dentro del estilo house que incluyen mutaciones con los prefijos deep, funky, vocal, filtred, hard, dub y tek, por citar sólo algunos.
El avance del software y de los entornos de producción virtuales ha llevado a que toda una serie de dispositivos antiguamente solo existentes como hardware estén ahora disponibles como piezas virtuales, herramientas o plug ins de los software. Algunos de los softwares más populares son Max/Msp y Reaktor, así como paquetes de código abierto tales como Pure Data, SuperCollider y ChucK.
Éste tipo de música está íntimamente relacionado con el desarrollo de las nuevas tecnologías y su capacidad para relacionarse con infinidad de lenguajes artísticos es altísima. Además, es un género en constante evolución, que posee cientos de variaciones que lo acercan a prácticamente todo el resto de géneros musicales. La música electrónica en sí misma es una continua revolución artística y tiene la capacidad de llegar a todo tipo de público, de todas las edades y condiciones. Es muy importante remarcar esto, y que nosotros trabajamos por demostrar esta riqueza y por desligar el clásico concepto que a veces tiene la gente cuando percibe la electrónica como algo que sólo sirve para sonar en una discoteca.
Consideramos que en Colombia nos hace falta mucho para adquirir un tipo de cultura electrónica, hemos tenido grandes avances trayendo a exponentes de la talla de Tiësto, Paul Van Dyk pero los artistas que representan éste género musical necesitan de grandes estímulos para seguirlos trayendo, así como realizamos eventos como “Electrónica por la Paz” o fiestas temáticas para asistir vestidos de determinada manera, necesitamos que Colombia se convierta en una plaza obligada por los artistas para seguir generando esta cultura con la que cuentan países como España o Alemania en Europa y Estados Unidos y México en el continente americano, ya que a causa de ello en Colombia ya no se realiza un evento por todos conocido como el Love Parade, que tuvo sus orígenes en Alemania debido a que para la época en que se realizaba, nuestro país no era una plaza muy solicitada ni conocida por los dj’s internacionales. En ese momento se consideraba que la música electrónica era escuchada por la comunidad LGBT y no se tenia mucho conocimiento de ese género musical, pero con el pasar de los años y gracias a la llamada globalización y con el acceso a internet fuimos conociendo más sobre éste nuevo concepto que se abría campo entre la sociedad colombiana.
En éste momento las principales ciudades tomadas en cuenta para darle campo a la exposición de este género musical son Cali, Medellín y Bogotá; ya que estas cuentan con espacios apropiados para los eventos y en dos de estas se cuenta con un clima apropiado para la rumba electrónica. Es por esto que consideramos que la música electrónica seguirá estando vigente por muchos años más ya que debido al avance de la tecnología cada vez surgirán nuevos métodos para elaborar mejores composiciones musicales y con mejores efectos en las discotecas y esto genere un marcado cambio en la manera en como escuchamos ahora este tipo de música.
A finales de los 70 y durante la década de los 80, se instaura con fuerza el techno pop, o la muestra tangible de que la sombra de Kraftwerk es más que alargada. Trabajos fundamentales son los de Throbbing Gristle, Cabaret Voltaire o Chris & Cosey, pero en el enfoque posterior hacia propuestas masivas son fundamentales las aportaciones de Depeche Mode, Yazoo, The Human League, Ultravox, Soft Cell, Visage y muchos otros que se encargaron de difundir al máximo los preceptos del synth pop, en un movimiento que se haría conocido con el nombre de nuevos románticos.
No fué más que la música house la que lo inició todo. A principios de los años 80, djs de Chicago y Nueva York comenzaron a jugar con canciones de Kraftwerk, que mezclaban con viejas piezas de disco y soul para luego fundirlas con el sonido de un nuevo aparato electrónico: la batería electrónica 808 de la Roland (que encajaba perfectamente en sus sets). El sonido limpio de estos drums, combinado con las delicadas voces del soul, le dieron a las fiestas una increíble energía que bautizarían con el nombre de House, pues fue en la discoteca “The Warehouse” de Chicago donde estas sonoridades entrarían en escena por primera vez. Esta música fue evolucionando y adquiriendo ese sonido “feliz” que la caracteriza, con acordes de piano, vocales femeninas y líneas de bajo movidas. Este estilo llegó a su peak hacia finales de esa década, dándole inicio a todos los demás géneros dentro del estilo house que incluyen mutaciones con los prefijos deep, funky, vocal, filtred, hard, dub y tek, por citar sólo algunos.
El avance del software y de los entornos de producción virtuales ha llevado a que toda una serie de dispositivos antiguamente solo existentes como hardware estén ahora disponibles como piezas virtuales, herramientas o plug ins de los software. Algunos de los softwares más populares son Max/Msp y Reaktor, así como paquetes de código abierto tales como Pure Data, SuperCollider y ChucK.
Éste tipo de música está íntimamente relacionado con el desarrollo de las nuevas tecnologías y su capacidad para relacionarse con infinidad de lenguajes artísticos es altísima. Además, es un género en constante evolución, que posee cientos de variaciones que lo acercan a prácticamente todo el resto de géneros musicales. La música electrónica en sí misma es una continua revolución artística y tiene la capacidad de llegar a todo tipo de público, de todas las edades y condiciones. Es muy importante remarcar esto, y que nosotros trabajamos por demostrar esta riqueza y por desligar el clásico concepto que a veces tiene la gente cuando percibe la electrónica como algo que sólo sirve para sonar en una discoteca.
Consideramos que en Colombia nos hace falta mucho para adquirir un tipo de cultura electrónica, hemos tenido grandes avances trayendo a exponentes de la talla de Tiësto, Paul Van Dyk pero los artistas que representan éste género musical necesitan de grandes estímulos para seguirlos trayendo, así como realizamos eventos como “Electrónica por la Paz” o fiestas temáticas para asistir vestidos de determinada manera, necesitamos que Colombia se convierta en una plaza obligada por los artistas para seguir generando esta cultura con la que cuentan países como España o Alemania en Europa y Estados Unidos y México en el continente americano, ya que a causa de ello en Colombia ya no se realiza un evento por todos conocido como el Love Parade, que tuvo sus orígenes en Alemania debido a que para la época en que se realizaba, nuestro país no era una plaza muy solicitada ni conocida por los dj’s internacionales. En ese momento se consideraba que la música electrónica era escuchada por la comunidad LGBT y no se tenia mucho conocimiento de ese género musical, pero con el pasar de los años y gracias a la llamada globalización y con el acceso a internet fuimos conociendo más sobre éste nuevo concepto que se abría campo entre la sociedad colombiana.
En éste momento las principales ciudades tomadas en cuenta para darle campo a la exposición de este género musical son Cali, Medellín y Bogotá; ya que estas cuentan con espacios apropiados para los eventos y en dos de estas se cuenta con un clima apropiado para la rumba electrónica. Es por esto que consideramos que la música electrónica seguirá estando vigente por muchos años más ya que debido al avance de la tecnología cada vez surgirán nuevos métodos para elaborar mejores composiciones musicales y con mejores efectos en las discotecas y esto genere un marcado cambio en la manera en como escuchamos ahora este tipo de música.
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